Al estudiar la Biblia vemos que la soberbia, el orgullo y la arrogancia son términos sinónimos. Las Escrituras constantemente llaman a los hijos de Dios a renunciar al pecado del orgullo. Aquí tienes esta lista de 13 versículos bíblicos sobre el orgullo.
Te animamos a leerlos a la luz del evangelio considerando el ejemplo de humildad que Cristo nos mostró al despojarse de su gloria y venir al mundo a morir para darnos vida.
“También quebrantaré el orgullo de su poderío, y haré sus cielos como hierro y su tierra como bronce” (Levítico 26:19).
“Y el hombre que proceda con orgullo, no escuchando al sacerdote que está allí para servir al Señor tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá. Así quitarás el mal de en medio de Israel. Entonces todo el pueblo escuchará y temerá, y no volverá a proceder con arrogancia” (Deuteronomio 17:12-13).
“Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, y seré absuelto de gran transgresión” (Salmo 19:13).
“Enmudezcan los labios mentirosos, porque hablan arrogantes contra el justo con soberbia y desprecio” (Salmo 31:18).
“El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco” (Proverbios 8:13).
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero la sabiduría está con los humildes” (Proverbios 11:2).
“Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la arrogancia de espíritu” (Proverbios 16:18).
“La mirada altiva del hombre será abatida, y humillada la soberbia de los hombres. Solo el Señor será exaltado en aquel día” (Isaías 2:11).
“Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez” (Marcos 7:21-22).
“Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no son lo que deseo, y yo sea hallado por ustedes que no soy lo que desean. Que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes” (2 Corintios 12:20).
“Pero ahora se jactan en su arrogancia. Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:16).