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Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4:13).

¿Habilitado para hacer cualquier cosa?

Filipenses 4:13 es uno de los versículos más conocidos de todas las Escrituras: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Este versículo es muy apreciado y citado con frecuencia, pero también con frecuencia se malinterpreta y, por lo tanto, se aplica mal. Este versículo no es una promesa de que Dios permitirá a los creyentes hacer lo que quieran cuando lo deseen.

Dios no es un genio que está en una lámpara esperando ayudar a los creyentes a alcanzar sus metas. Él no es una máquina expendedora cósmica lista para dispensar un resultado deseado (elijo ser un deportista, así que ahora Dios me dará la fuerza para ser un medallista de oro olímpico). Sacar un versículo de contexto corre el riesgo de incurrir en la eiségesis (leer nuestros pensamientos o deseos en las Escrituras) en lugar de una exégesis fiel (extraer de las Escrituras lo que realmente está allí).

Este versículo encaja en un contexto en el que Pablo agradece a los filipenses por su colaboración en el evangelio. Ha recibido los regalos que los filipenses enviaron por medio de Epafrodito. Ahora está bien abastecido (Fil 4:18). De hecho, les agradece en tres ocasiones. Estos tres momentos de acción de gracias se pueden resumir de la siguiente manera:

El bosquejo

Acción de gracias por la colaboración en el evangelio (4:10-20).

Primer agradecimiento (4:10-13).

  1. Reconocimiento (4:10a).
  2. Explicación (4:10b).
  3. Calificación (4:11-13).

Segundo agradecimiento (4:14-17).

  1. Reconocimiento (4:14).
  2. Explicación (4:15-16).
  3. Calificación (4:17).

Tercer agradecimiento (4:18-20).

  1. Reconocimiento (4:18).
  2. Explicación (4:19).
  3. Doxología (4:20).

¿Qué significa?

Observa que el versículo 13 pertenece al primer agradecimiento en el que Pablo tiene un reconocimiento, una explicación y una calificación. Él reconoce que los regalos que los filipenses le enviaron significan que han revivido su preocupación por él y se regocija en ello (4:10a). Pero esta afirmación podría interpretarse de una manera que los represente de manera errónea. Pablo no quiere que parezca que ellos no estaban preocupados por él antes de enviarle los regalos. Por eso rápidamente explica que sabe que estaban preocupados por él, pero que les faltaba la oportunidad de expresar esa preocupación de manera concreta (4:10b).

Pero ahora tiene que ofrecer una breve calificación a lo que acaba de decir para responder a un posible malentendido con respecto a sí mismo (4:11-13). Podría parecer que Pablo está tan obsesionado con sus necesidades que ha perdido de vista su contentamiento en Cristo. Pablo no quiere dar una impresión equivocada, por lo que les presenta a los filipenses una lección clave que ha aprendido sobre el contentamiento.

Los versículos 12 y 13 ahora analizan esta lección en detalle. El corazón de esta enseñanza es que el contentamiento no depende de nuestras circunstancias. Las circunstancias siempre cambian, pero la satisfacción puede permanecer constante. Por lo tanto, Pablo construye un espectro que puede dar cuenta de toda la gama de la experiencia humana con respecto a las provisiones materiales (como alimentos, ropa y recursos). El espectro tiene dos polos opuestos: superávit abundante o déficit extremo.

La cantidad de provisión variará (Pablo siempre está en algún lugar de ese espectro), pero su contentamiento en Cristo sigue siendo el mismo. Este contentamiento puede permanecer constante «en cualquier circunstancia» debido a un «secreto» que Pablo aprendió. El versículo 12 da el contexto en el que se desarrolla este secreto, y el versículo 13 finalmente revela el contenido del secreto: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Las circunstancias no determinan nuestra satisfacción. Nuestro contentamiento viene porque Cristo está con nosotros en cualquier circunstancia.

Las circunstancias no determinan nuestra satisfacción. Nuestro contentamiento viene porque Cristo está con nosotros en cualquier circunstancia

Ahora podemos ver por qué el contexto es tan importante para interpretar este versículo. Cuando Pablo dice que puede hacer «todo», se refiere a algo muy específico. Se refiere tanto a las dificultades como a la prosperidad que mencionó en el versículo 12. Este versículo no debe interpretarse como una promesa de que los creyentes pueden hacer cualquier cosa que deseen. Muchas personas erróneamente expulsan a Cristo de la ecuación de este versículo que es supremamente cristológico.

Jesús nos ha dado a todos una gran comisión de hacer discípulos de todos los pueblos. Pablo vive en obediencia a esa comisión. Mientras Pablo lleva a cabo la gran comisión, sabe que puede afrontar cualquier circunstancia que se le presente. Puede soportar cualquier carencia y disfrutar de cualquier excedente. ¿Por qué? Pablo tiene acceso tanto al poder de Cristo (toda autoridad en el cielo y en la tierra) como a la presencia de Cristo (con nosotros siempre, incluso hasta el fin de los tiempos, Mt 28:20).

Este versículo también se aplica a nosotros de la misma manera. Al vivir nuestra fe en obediencia a Cristo, podemos estar seguros de que tenemos acceso al poder y a la presencia de Cristo, para que podamos permanecer contentos en Él. Muchas personas piensan que necesitan luchar por el contentamiento en Cristo cuando enfrentan dificultades, pero no muchos ven la necesidad de luchar por el contentamiento en Cristo cuando viven en prosperidad.

Los creyentes podemos permanecer contentos en Cristo porque confiamos en Su poder

Quizás Proverbios 30 nos ayude a ver el problema. Las Escrituras dicen: «No me des pobreza ni riqueza» (v. 8). Más bien, pedimos solo el alimento que necesitamos. ¿Por qué? Si no tenemos suficiente, corremos el peligro de robar, lo que profanará el nombre de Dios (v. 9). Pero si tenemos más que suficiente, corremos el peligro de estar llenos y olvidarnos del Señor al negarlo y decir: «¿Quién es el SEÑOR?» (v. 9).

Los creyentes podemos permanecer contentos en Cristo porque confiamos en Su poder. Cristo puede evitar que tengamos tanto que perdamos de vista nuestra necesidad de Él y puede evitar que tengamos tan poco que profanemos Su nombre robando y desobedeciéndole. El poder y la presencia de Cristo abarcan toda la gama de la existencia humana, de modo que no hay ningún lugar al que podamos ir y no hay nada que podamos experimentar que pueda alejarnos del tierno y fortalecedor abrazo de Cristo.


Publicado originalmente en Crossway. Traducido por el Equipo Coalición.
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