Cuando murió a la edad de 57 años, el cantante de pop Prince era probablemente el Testigo de Jehová más famoso del mundo. Aquí hay nueve cosas que debes saber sobre el oscuro grupo religioso que emergió del movimiento de Estudiantes de la Biblia (Bible Study movement) a finales de la década de los setentas.
1. Los Testigos de Jehová —su nombre tiene la intención de designarlos como “un grupo de cristianos que proclaman la verdad acerca de Jehová”— representan menos del 1% de los adultos estadounidenses, pero están entre los grupos religiosos más diversos racial y étnicamente en los Estados Unidos. De acuerdo con el Pew Research, no más de 4 de cada 10 miembros del grupo pertenecen a un origen racial o étnico en particular: 36% son blancos, 32% son hispanos, 27% son negros, y 6% son de otra raza, o raza mixta. Aproximadamente dos tercios (65%) son mujeres, mientras que solo el 35% son hombres. También tienden a ser menos educados, con una sólida mayoría de Testigos de Jehová adultos (63%) que no tienen mas que un diploma de escuela secundaria (en comparación con, por ejemplo, el 43% de los protestantes evangélicos).
2. Los Testigos de Jehová (de aquí en delante: TJ) se consideran cristianos (pero no protestantes), a pesar de que rechazan la doctrina de la Trinidad. Los TJ afirman que Jesús no era divino, y que el Espíritu Santo es una “fuerza activa” y no una persona. Los TJ creen que Jesús es la única creación directa de Dios, “el primogénito de toda la creación”, y por consiguiente tiene derecho a ser llamado el “hijo de Dios”. Sin embargo, ellos creen que como es un ser creado, “no es parte de una Trinidad”. Ellos creen que Jesús vivió en el cielo antes de venir a la tierra, y después de su muerte y resurrección, regresó al cielo. También creen que Jesús “dio su vida humana perfecta como un sacrificio de redención”, y que a través de su muerte y resurrección “hace posible que aquellos que ejercen fe en él ganen vida eterna”.
3. Los TJ creen que el reino de Dios es un verdadero gobierno en el cielo que pronto reemplazará a los gobiernos humanos, y realizará el propósito de Dios para la Tierra. Ellos creen que Jesús es el rey del reino de Dios en el cielo, y que él comenzó a gobernar en 1914. Un número relativamente pequeño de personas —144,000— serán resucitados para vivir con Jehová en el cielo y gobernar con Jesús en el reino. Ellos creen que Dios traerá a miles de millones de vuelta de la muerte por medio de una resurrección, y que “muchos de los vivos todavía pueden comenzar a servir a Dios, y ellos también obtendrán la salvación”. Sin embargo, aquellos que “se nieguen a aprender los caminos de Dios después de haber resucitado” dejarán de existir para siempre (no sufrirán en un “infierno ardiente de tormento”).
4. Los TJ practican el ministerio puerta a puerta porque creen que es una manera efectiva de cumplir con la Gran Comisión, y que los cristianos del primer siglo continuaron difundiendo su mensaje tanto “públicamente como de casa en casa” (citan Hechos 5:42; 20:20). Ellos no creen que el ministerio de puerta a puerta es un medio para ganar la salvación haciendo buenas obras. También creen que “presionar a las personas para que cambien su religión es incorrecto”, aunque creen en intentar argumentar a favor de sus creencias. En su ministerio de puerta a puerta generalmente distribuyen dos revistas, ¡Despertad!, una revista religiosa general, y El atalaya, una revista cuyo contenido se centra en “la importancia de los acontecimientos mundiales a la luz de las profecías bíblicas”.
5. Los TJ creen que la Biblia es “el mensaje inspirado de Dios a los humanos”. En 1961, una corporación de los TJ llamada La Sociedad del Atalaya y la Biblia (The Watch Tower Bible and Tract Society), publicó su propia traducción de equivalencia formal de la Biblia: la Traducción del nuevo mundo de las Santas Escrituras (TNM). A partir del 2015, la TNM ha sido traducida total o parcialmente a 129 idiomas. Desde el lanzamiento de la traducción del Nuevo Testamento en 1950, esta versión ha sido criticada por cambiar el significado y las palabras del texto para acomodar la doctrina de los TJ. Un buen ejemplo es Juan 1:1. Tanto la ESV (English Standard Version) como la NIV (New International Version) traducen ese versículo como: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. La versión TNM traduce el pasaje como “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era un dios”. Se agrega el artículo indefinido “a” para evitar la conclusión de que Jesús es Dios. Refiriéndose a este versículo, Bruce M. Metzger escribió en 1953: “Debe decirse con toda franqueza que si los Testigos de Jehová toman esta traducción en serio, son politeístas”. A pesar de la preferencia por la TNM, los TJ todavía usan otras traducciones de la Biblia en su trabajo de testigos.
6. Los TJ no celebran la Navidad ni la Pascua, porque creen que la Biblia enseña que es la muerte de Jesús —no su nacimiento o resurrección— lo que debe celebrarse. También creen que la Navidad y la Pascua no son aprobadas por Dios porque están arraigadas en costumbres y ritos paganos. Tampoco celebran cumpleaños porque creen que “tales celebraciones desagradan a Dios”.
7. Los TJ tienen una serie de creencias que son peculiares a su secta. A pesar de que aceptan tratamientos médicos y no practican la curación por fe, no aceptan transfusiones de sangre porque creen que la “Biblia ordena que no ingiramos sangre”. No creen en ir a la guerra o involucrarse en asuntos políticos, y no consideran que la cruz sea un símbolo del cristianismo, porque afirman que “la Biblia indica que Jesús no murió en una cruz, sino más bien en una simple estaca”.
8. Los TJ no se refieren a sus lugares de culto como iglesias, sino como “salones del reino”. No tienen un clero pagado porque creen que el “modelo del cristianismo del primer siglo” es aquel en el cual “todos los miembros bautizados son ordenados ministros y participan en la predicación y la enseñanza”. Tanto hombres como mujeres pueden ser ministros, aunque dentro de cada congregación “hombres espiritualmente maduros” sirven como “hombres mayores” o “ancianos”. Cerca de 20 congregaciones forman un circuito, y las congregaciones reciben visitas periódicas de ancianos que viajan, conocidos como supervisores de circuitos. Los TJ no están obligados a diezmar, y no se toman colecciones en sus reuniones, aunque hay cajas de donaciones disponibles.
9. La orientación doctrinal es proporcionada por un cuerpo gobernante formado por TJ con experiencia que actualmente trabajan en las oficinas internacionales en Brooklyn, Nueva York. Varias corporaciones están al servicio de los TJ, a las cuales a menudo se les llama colectivamente como “La sociedad”, a partir de la más antigua y más destacada de sus corporaciones, “La Sociedad del Atalaya y la Biblia” (que ahora se encuentra en Brooklyn). No se sabe mucho sobre la financiación de las corporaciones TJ, aparte de que poseen propiedades inmobiliarias significativas en la ciudad de Nueva York. Por ejemplo, la sede central del grupo, que actualmente está en venta, se espera que se venda por alrededor de mil millones de dólares americanos.