“Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera”, Mateo 11:30.
Hay muchas cosas en nuestras vidas que son una carga. Por ejemplo, las dificultades del diario vivir, las crisis repentinas o las situaciones de salud que muchas veces experimentamos. Estas cargas pueden también ser de tipo emocional, financiero, físico y aún espiritual.
Este bello pasaje nos recuerda que en medio de esta realidad está la invitación que nos hace Jesús a llevarle nuestras cargas e ir a Él para descansar.
Lo interesante de esta invitación es que el pasaje no habla de quitar nuestras cargas, pero de agregar una carga más, ¡que es la de tomar Su yugo y seguir Su ejemplo!
A veces en el contexto de nuestra vida de fe podemos ver las disciplinas espirituales como una carga más. Son otra serie de cosas qué hacer, pero que muchas veces creemos erróneamente que son solamente para de alguna manera estar bien con Dios y recibir Su aceptación. Pero, ¿qué tal si estas “cargas” en lugar de oprimirnos más, en realidad nos liberan? ¿Qué tal si al rendir nuestra vida en sumisión es que encontramos la verdadera libertad? ¿Qué tal si Su aceptación nos da la libertad para seguir Su ejemplo como una gran aventura de fe?
Estas son las buenas noticias para ti y para mí, que gracias a la obra de Su Hijo en nuestro favor podemos estar seguros de que Él es poderoso para terminar la obra que comenzó, que tiene las mejores intenciones para Sus hijos y que el deber, la disciplina y nuestro servicio a Él, son ahora una delicia y acción de adoración por Su obra en nuestras vidas.
“Echando toda su ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de ustedes”, 1 Pedro 5:7.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.
