Cuando fui parte de un grupo de plantación de iglesia, pude ver cómo hay personas que tienen la costumbre de visitar por mucho tiempo varias congregaciones locales antes de comprometerse por fin con una. En aquel entonces me di cuenta de que la «búsqueda de iglesia» se ha convertido en un deporte común entre cristianos.
Aunque muchas personas buscan una iglesia por motivos correctos, también hay muchos que lo hacen solo por preferencia y comodidad personal. El mundo que nos rodea nos ha acostumbrado a pensar que debemos hacer elecciones con base en este único parámetro. Vamos a restaurantes y nos traen el menú para que seleccionemos lo que más nos apetece comer. Elegimos qué ropa comprar y qué lugares frecuentar. Esta forma de pensar influencia la manera en que muchos cristianos escogen una iglesia donde servir y ser discipulados.
Esto es peligroso por dos razones: porque no existe la iglesia «perfecta» y porque debemos ser guiados por la sabiduría de Dios, no por las preferencias personales. La Palabra de Dios debe ser nuestra guía en todas las decisiones de la vida y, en especial, en la elección de una iglesia local.
Si te encuentras en esta búsqueda, te animo a que no sean tus gustos y preferencias los parámetros principales para tomar una decisión, sino que la Biblia sea tu guía. Con ese propósito en mente, considera estos cuatro consejos que se relacionan entre sí.
1. Busca una iglesia verdadera
El concepto de «iglesia» está deformado en la actualidad y, en parte, se debe a que muchas denominaciones, sectas y religiones utilizan este término de maneras diferentes, erróneas y difusas. Es importante que, para tener claridad sobre su definición, podamos reflexionar y responder dos preguntas básicas a la luz de la Escritura: ¿qué es la iglesia de Cristo? ¿Y cuál es su propósito?
No elijas una iglesia por comodidad, sino por la convicción de que es una comunidad de verdaderos creyentes que se esfuerzan por cumplir el propósito de Dios
A la primera pregunta, podemos responder que la iglesia de Cristo constituye la comunidad de todos los que fueron salvados por Jesucristo y que lo confiesan como el Hijo del Dios viviente (Mt 16:13-20). La iglesia no es un edificio, sino la comunidad de los santos. Aunque solo Dios conoce finalmente a los que son Suyos, podemos reconocer una iglesia verdadera por la manera en que viven sus miembros (2 Ti 2:19); como dijo Jesús: «Por sus frutos los conocerán» (Mt 7:20).
Con respecto a la segunda pregunta, podemos entender el propósito de la iglesia en tres funciones estrechamente ligadas. El teólogo Wayne Grudem las identifica como glorificar a Dios (Ef 1:12), edificar a los creyentes (Col 1:28) y buscar a los perdidos (Mt 28:19). Cuando se trata de buscar una iglesia local, no debemos pretender perfección en estos propósitos, pero sí debemos notar que está enfocada en cumplirlos.
Así que, no te decidas por una iglesia por simple comodidad o preferencia, sino primeramente por la convicción de que se trata de una comunidad de verdaderos creyentes en Cristo que se esfuerzan por cumplir el propósito de Dios, a pesar de sus debilidades.
2. Busca una iglesia centrada en la Biblia y en Cristo
La Reforma protestante estuvo basada, en buena medida, en el concepto de sola Scriptura: la convicción de que la Biblia es la autoridad final para la vida y la fe. Los reformadores insistieron en que la iglesia debía regresar a este fundamento, del cual se habían desviado en pos de la tradición y las enseñanzas de hombres. La iglesia de hoy debe continuar con esa convicción de no desviarse de la Palabra de Dios.
Es importante recordar que la Biblia es inspirada por Dios y eficaz para equipar perfectamente a Sus hijos para toda buena obra (2 Ti 3:16-17). Ella es como una luz que nos guía por el camino correcto (Sal 119:105). Aún más, esta Palabra divina es la única que nos revela el evangelio de Cristo que puede salvar a los pecadores (Ro 10:17). Por lo tanto, una «iglesia» que no está fundamentada en la Biblia no podrá dar a conocer a Dios, tanto a creyentes como a inconversos.
Una iglesia que promueve el crecimiento de sus miembros no te dejará cómodo en tu manera de ser, sino que te animará a ser más como Jesús
Ligado a lo anterior, debemos entender que Jesús es el centro de la Palabra de Dios (Lc 24:27). Toda la Escritura tiene un solo tema: Cristo y Su obra redentora. Por lo tanto, una iglesia fundamentada en la Biblia expondrá fielmente a Cristo y Su glorioso evangelio.
Por lo tanto, busca una iglesia que busque exponer el texto bíblico y que haga de la Biblia y el evangelio el centro de su enseñanza.
3. Busca una iglesia que te desafíe a la santidad
Una iglesia que promueve el crecimiento de sus miembros no te dejará cómodo en tu manera de ser, sino que te animará a ser más como Jesús. Los cristianos debemos ser santos como Dios es santo (1 P 1:15-16).
El Señor Jesucristo dijo que no vino a abolir la ley, sino a cumplirla y, por lo tanto, Sus discípulos debían guardar y enseñar esta ley —a la luz del evangelio— al punto de que su justicia debía ser mayor que la de los fariseos (Mt 5:17-20).
Si pudiéramos viajar en el tiempo y ver la conducta de los fariseos, probablemente quedaríamos asombrados porque ellos aparentaban una piedad elevada. Pero la enseñanza total de Jesús (Mt 5:21 – 7:12) nos ayuda a entender que Él busca personas cuyos corazones sean transformados por Dios para reflejar amor, justicia y santidad en todas las áreas de sus vidas.
Por lo tanto, busca una iglesia que te desafíe a buscar la piedad genuina, aquella que nace de una relación íntima con Dios, para que no caigas en los extremos del legalismo y el antinomianismo (aunque, en realidad, no son polos opuestos).
4. Busca una iglesia en oración y con humildad
Finalmente, quiero animarte a que ores y pidas a Dios sabiduría en este proceso de buscar una iglesia. La oración nos ayuda a encontrar descanso y paz, aún en medio de la ansiedad y la incertidumbre (Fil 4:6-7).
Depender de Dios en oración te ayudará a buscar una iglesia con una actitud de humildad
Debes reconocer y confiar en la providencia de Dios, pues Él tiene cuidado de Sus hijos y está en control de todas las circunstancias, de modo que cooperan para nuestro bien (Ro 8:28). A la hora de tomar una decisión, podemos volvernos demasiado analíticos, al punto de olvidarnos de la importancia de la oración. Recuerda que durante Su ministerio terrenal, Jesús se apartaba muchas veces a orar. ¡Cuánto más debemos hacerlo nosotros!
Depender de Dios en oración te ayudará a buscar una iglesia con una actitud de humildad. Si visitas una congregación y percibes que es una iglesia verdadera, que busca que las Escrituras sean el centro y fundamento de su enseñanza y vida en comunidad, entonces tal vez sea el lugar que Dios ha provisto para ti y los tuyos, incluso aunque no todo en la iglesia es como preferirías que fuera.
De ninguna manera pienses que será una iglesia perfecta, pero puede ser la iglesia donde el Señor te haga crecer y aprender más de Él, de Su Palabra y del evangelio. En la medida en la que estés convencido de que esa iglesia es la que Dios tiene para ti, ponte al servicio, aprende de los demás y mantén un espíritu humilde.