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¿Es cierto que cada historia susurra su nombre? Si es así, ¿cómo? La interpretación tipológica del Antiguo Testamento es quizás la manera más significativa y generalizada en que los autores del Nuevo Testamento señalan el cumplimiento del Antiguo Testamento en Cristo.

Debido a la forma en que algunos intérpretes se han dejado llevar y abusado de este enfoque, muchos sospechan de la interpretación tipológica. Mi objetivo en este breve artículo es ofrecer una definición de tipología que aborde las preocupaciones de los escépticos, estableciendo criterios para evaluar si realmente estamos frente a un tipo. Luego usaremos esas normas en un intento de responder a la pregunta de si José es un tipo de Cristo, y si lo es, ¿cómo?

Definición de tipología

Primero, ¿qué es la tipología? Yo sostengo que la tipología es la correspondencia histórica y el avance en el significado entre personas, eventos, o instituciones a través de la narración histórico-redentora de la Biblia (es decir, en el contexto de pactos) que es decretada por Dios e intencionada por el autor. Brevemente, una palabra sobre cada aspecto de esta definición.

Decretada por Dios: El Señor soberano ha orquestado la historia de tal manera que hay similitudes reales entre las personas, eventos, o instituciones bajo consideración.

Intencionada por el autor: Este es quizás el aspecto más controvertido de lo que estoy presentando, pero también es el criterio más significativo para evaluar la validez de un supuesto tipo. Yo sostengo que los autores bíblicos notaron y hasta cierto punto —aunque sea pequeño— comprendieron el significado de las similitudes decretadas por Dios.

La tipología es la correspondencia histórica y el avance en el significado entre personas, eventos, o instituciones a través de la narración histórico-redentora de la Biblia que es decretada por Dios e intencionada por el autor

Estas similitudes componen el material de la correspondencia histórica, a la que los autores bíblicos llaman la atención construyendo en sus escritos repeticiones de términos claves, citas de frases, o líneas enteras, y presentando secuencias similares de acontecimientos. Al establecer correspondencias históricas con el material bíblico anterior, los autores bíblicos establecen patrones que pretenden que su audiencia observe.

Cuando los autores bíblicos hacen aportes a estos patrones, están presentando un avance en el significado. El significado puede no ser entendido completamente, pero debido a que los patrones se repiten, los profetas inspirados comienzan a buscar e investigar, “procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos…” (1 P. 1:10-11).

Moisés tenía la intención de presentar a José como un avance del patrón del conflicto fraternal en Génesis y una anticipación de aquel que superaría ese conflicto

Cuando hablo de la historia redentora o del contexto de pactos, tengo en mente a lo que mis colegas Stephen Wellum y Peter Gentry hacen referencia cuando hablan de “la columna vertebral de la narrativa bíblica”. Esa narración está unida por las relaciones de pactos que Dios establece con Adán, Noé, Abraham, Moisés, y David, las cuales encuentran cumplimiento en el nuevo pacto inaugurado por Cristo.

Entonces, ¿qué pasa con José?

¿Es José un tipo de Cristo?

De manera quiástica, quiero comenzar mi respuesta con el último aspecto de la definición que he ofrecido y desarrollarlos hasta llegar al inicio. Génesis comienza con el asesinato de un hermano, y termina con un hermano, que casi fue asesinado, perdonando a los hijos de su padre que lo vendieron como esclavo. Este conflicto fraternal no es sólo al principio y al final, sino a través del Génesis, y es uno de los resultados de la enemistad en Génesis 3:15 entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer. Caín asesina a Abel, Ismael se burla de Isaac, Esaú quiere matar a Jacob, y los hermanos de José lo venden como esclavo. La simiente de la serpiente aborrece la simiente de la mujer.

Génesis comienza con el asesinato de un hermano, y termina con un hermano, que casi fue asesinado, perdonando a los hijos de su padre que lo vendieron como esclavo

La relevancia del pacto de este aspecto de la historia redentora se puede ver en la forma en que representa no solo a Génesis 3:15, sino también la bendición de Abraham en Génesis 12:1-3. Dios prometió hacer grande el nombre de Abraham, bendecir a los que lo bendicen, maldecir a los que lo deshonran. Nadie que intente frustrar el plan de Dios a través de Abraham vencerá el propósito de Dios de bendecir a todas las familias de la tierra a través de él. Ismael puede burlarse todo lo que quiera —Dios le prometió Isaac a Abraham, y le afirma a Isaac su intención de establecer el juramento que hizo a Abraham (Gn. 26:3). Igual con la ira asesina de Esaú; esta no impedirá que Isaac transmita la bendición de Abraham a Jacob (Gn. 28:3).

En José vemos la simiente de Abraham, simiente de la mujer, cuyo nombre ha sido hecho grande, que ha sido exaltado a la diestra del poder, que ha sido fructífero en la tierra de su aflicción (Gn. 41:52) hasta el punto de bendecir a todas las familias de la tierra en medio de una terrible hambruna: “Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque el hambre era severa en toda la tierra” (Gn. 41:57). Sam Emadi argumenta correctamente que en José tenemos un cumplimiento anticipado de la bendición de Abraham, y cuando hace que sus hermanos sientan convicción por su pecado, luego los perdona, José vence (ese aspecto de) la enemistad entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer.

En José vemos la simiente de Abraham, simiente de la mujer, cuyo nombre ha sido hecho grande, que ha sido exaltado a la diestra del poder, que ha sido fructífero en la tierra de su aflicción

Para resumir, veo una correspondencia histórica decretada por Dios e intencionada por el autor entre José y los que le precedieron: Abel, Isaac, y Jacob. Mi entendimiento es que Dios trabajó soberanamente en estos detalles que realmente tuvieron lugar, y que cuando las historias llegaron a Moisés, vio las similitudes, las entendió como resultados de lo que él registró de lo que Dios le dijo en Génesis 3:15 y 12:1-3, y organizó su narración para que su audiencia viera estas cosas también.

¿Funcionó?

¿Cómo es José un tipo?

No tengo espacio para entrar aquí, pero he argumentado en un estudio más largo que en los puntos clave de 1 Samuel, el autor presenta a David de maneras destinadas a traer a José a la mente. Creo que Moisés pretendía presentar a José como un aporte al patrón de conflicto fraternal en Génesis y una anticipación de aquel que superaría ese conflicto. El autor posterior de Samuel vio cosas similares en la vida de David y lo presentó como un aporte en ese mismo patrón. Así como los hermanos de José querían matarlo, los hermanos de David le respondieron con dureza, y su pariente israelita Saúl buscó su vida continuamente. Como José, David buscó vivir en paz con todos los descendientes de Israel.

José y David están prefigurando, presagiando aportes en un patrón que culmina en Aquel cuyos parientes según la carne lo entregarían a las naciones furiosas, para que su muerte y resurrección pudieran hacer reconciliación, proporcionar la base para el perdón, poner fin a todo conflicto fraterno y toda enemistad entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer, y así bendecir a todas las familias de la tierra en cumplimiento de las promesas de Dios a Abraham, y también del “primer evangelio” de Génesis 3:15.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Felipe Ceballos Zúñiga
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