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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de El Catecismo de la Nueva Ciudad: La verdad de Dios para nuestras mentes y nuestros corazones (Poiema Publicaciones, 2018), editado por Collin Hansen. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

¿Dónde está Cristo ahora?

Cristo resucitó corporalmente al tercer día de Su muerte y está sentado a la diestra del Padre, gobernando Su Reino e intercediendo por nosotros, hasta que regrese a juzgar y renovar a toda la tierra.

Efesios1:20-21: “… que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y do-minio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero” (NVI).

Sin duda has escuchado el dicho: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Esas personas que no están a tu alrededor, a quien no has visto en mucho tiempo, no tienen mucha relevancia o impacto en tu vida diaria. La Biblia nos dice que después de la resurrección de Jesús, Él ascendió al cielo, desapareciendo de la vista de todos. Pero también se nos dice que debido al lugar en el cual está en este momento, podemos estar seguros de que es relevante en nuestra vida diaria.

Así que ¿dónde está Jesús ahora? Está sentado a la diestra de Dios el Padre. ¿Pero qué diferencia hace eso en nuestra vida diaria? Primero, nos recuerda que Jesús gobierna sobre toda la creación. El Salmo 110 presenta una hermosa imagen de los enemigos de Dios puestos por estrado de los pies de Jesús mientras Él se sienta a la diestra del Padre. ¿Puedes ver el consuelo que eso trae a tu vida diaria? 

Jesús está fuera de nuestra vista. No podemos verle físicamente. Pero está activo en nuestra vida diaria y en este mundo, gobernando a la diestra de Dios el Padre

Cuando luchas con el desánimo, la desilusión, o la amargura sobre la manera en que tu vida progresa, o cuando te desanimas o enojas por toda la injusticia y el mal en el mundo, y como David en el Salmo 37 eres tentado a preguntarte por qué los impíos parecen florecer, considera dónde está Jesús ahora. Está a la diestra de Dios el Padre. Contémplalo ahí. Los enemigos son el estrado de Sus pies. Aquel que conquistó la muerte ahora está gobernando el mundo. Efesios 1 dice que a Jesús se le dio toda autoridad, y que un día regresará y enderezará todo lo que se ha torcido. Así que permite que el lugar en el que Jesús se encuentra ahora te dé esperanza y valor para confiar en Él y seguirle.

Pero hay más. Jesús no solo es el Rey que gobierna, sino que también es el Sacerdote que intercede. Hebreos 10 nos dice que Jesús es el mejor Sumo Sacerdote, quien en la cruz se ofreció a sí mismo como sacrificio por el pecado. Ahora está intercediendo y orando por nosotros a la diestra del Padre. Él es nuestro abogado en todo el sentido de la palabra. Así que contemplar a Jesús a la diestra de Dios como nuestro Sumo Sacerdote es recordar que no hay condenación para nuestro pecado, que Jesús se sacrificó a sí mismo para que pudiéramos estar unidos a Él. Por tanto, como hijos de Dios, tenemos todos los derechos. 

Así que, sí, Jesús está fuera de nuestra vista. No podemos verle físicamente. Pero está activo en nuestra vida diaria y en este mundo, a la diestra de Dios el Padre gobernando como nuestro Rey, intercediendo como nuestro Sacerdote y esperando regresar. Cuando regrese, enjugará toda lágrima, convertirá las espadas en arados, y llenará el mundo de Su gloria y de Su gracia.

Oración: Señor resucitado y ascendido, aunque ya no caminas en la tierra, Tú gobiernas sobre nosotros desde Tu trono. Toda autoridad y todo poder se encuentran en Ti. Tu nombre es sobre todo nombre. Levántanos en el último día para vivir contigo en Tu Reino. Amén.


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