Cuando estudiamos qué dice la Biblia sobre la segunda venida de Jesús, nuestra manera de enfrentar las aflicciones presentes en un mundo caído se llena de fe y esperanza. La escatología (el estudio de los últimos tiempos) tiene un valor inmenso para el creyente.
Los principios unificadores de la iglesia en este asunto es que Jesús regresará, juzgará a vivos y muertos y reinará eternamente en comunión perfecta con su pueblo, restaurando toda la creación (cielos nuevos y tierra nueva). Sin embargo, en cuanto al orden de los eventos que rodean a la segunda venida de Cristo, hay algunas diferencias entre cristianos.
En la mayoría de las denominaciones protestantes desde principios del siglo XX, la postura predominante sobre el rapto de la iglesia, el periodo de la gran tribulación y el reino milenial (mencionado en Apocalipsis 20:1-10) es el dispensacionalismo premilenialista. Esta postura enseña que el rapto ocurrirá antes de una tribulación final de siete años, que serán seguidos por un reino de Jesús en la tierra durante mil años literales.
Es probable que hayas crecido escuchando esta postura, al igual que yo. Sin embargo, cuando pude leer The Church and the Tribulation (La iglesia y la tribulación) de Robert Gundry, empecé a entender una postura postribulacional (el rapto luego de los años de tribulación) y las bases bíblicas para mirar el rapto y la segunda venida de Cristo como un solo evento. Así comencé un viaje de estudio y reflexión que me llevó a adoptar una postura amilenialista, según la cual el milenio se refiere al tiempo presente de la iglesia, donde Cristo está reinando en un trono celestial, y que terminará con Su segunda venida.
Esta postura suena extraña para incontables cristianos. He descubierto que muchos no saben qué es el amilenialismo o tienen ideas erróneas al respecto. Pensando en eso, aquí comparto cinco mitos y verdades sobre esta postura:
Mito #1: El amilenialismo se aparta de la ortodoxia de la iglesia
En uno de los primeros escritos sobre escatología cristiana, el apologista Justino Mártir (100-165 d. C.), en su diálogo con el judío Trifón, afirma que hay otros cristianos que no están de acuerdo con su postura premilenialista (el regreso de Jesús antes del milenio):
“Ya antes, pues, te he confesado que yo y otros muchos sentimos de esta manera, y creemos que así ha de suceder, como tú ciertamente sabes; pero, por otra parte, también te he indicado que hay muchos cristianos de fe pura y piadosa, que piensan de otro modo” (Obras escogidas de Justino Mártir, p. 315).
Esto nos recuerda que, desde muy temprano, no toda la iglesia ha creído que la segunda venida de Jesús sería antes del milenio mencionado en Apocalipsis 20. De hecho, desde Agustín en el siglo IV, el amilenialismo se convirtió en la postura de la mayoría de los cristianos en Occidente por los siguientes 1500 años. Era la postura predominante de los reformadores protestantes y de muchas denominaciones que surgieron de la Reforma, siendo al día de hoy la postura más común en la teología reformada.
Aunque a todas las posturas escatológicas les gusta defender su influencia histórica en la iglesia, no existe una postura oficial ortodoxa de la iglesia y, más bien, siempre han existido varias posturas en las que la unidad ha estado fundamentada en los principios unificadores mencionados arriba y que todos los cristianos abrazamos.
Verdad #1: El amilenialismo no se aparta de la enseñanza histórica de la iglesia.
Mito #2: El amilenialismo no cree en el milenio mencionado en Apocalipsis 20
El prefijo “a” por lo general indica negación o ausencia de algo. Pero en el caso del “amilenialismo”, ese prefijo puede ser engañoso y llevarnos a pensar que los amilenialistas no creemos en el milenio. Es por eso que muchos teólogos amilenialistas prefieren el título “milenio realizado” como descripción de la postura.
El amilenialismo no es una postura que solo quiere alegorizar algunos pasajes de la Biblia
El amilenialismo enseña que el milenio es una realidad del presente, en la manera en que Dios gobierna y trabaja a través de su iglesia (Mt 28:18). El reinado de Cristo con sus santos es una realidad actual para quienes han muerto en Él, algo que se revela en Apocalipsis como una esperanza para todas las iglesias de todos los tiempos (Ap 4-5, 6:11; 7:9-17; 20:6).
De hecho, ninguna postura escatológica cristiana niega realmente el milenio, sino que cada postura define la naturaleza del milenio de diferentes maneras.
Verdad #2: El amilenialismo afirma la existencia del milenio.
Mito #3: El amilenialismo alegoriza la Biblia en vez de interpretarla literalmente
Aunque Agustín (quien fue uno de los primeros en hablar del milenio como el reinado presente de Cristo a través de su iglesia) tendía a alegorizar algunos pasajes bíblicos, eso no significa que todas sus explicaciones exegéticas estaban erradas.
Históricamente, todos los intérpretes de Apocalipsis están de acuerdo con que es un libro altamente simbólico por la naturaleza de su género literario. La diferencia entre posturas radica solo en la cantidad de simbolismo que hay en el libro, no en si hay simbolismos o no.
El amilenialismo no es una postura que solo quiere alegorizar algunos pasajes de la Biblia, sino que considera seriamente el género literario del texto para poder interpretarlo correctamente. Por ejemplo, los números en Apocalipsis, como el número 666, tienen una conexión a significados espirituales en otras partes de la Biblia.
De hecho, un argumento del amilenialismo es que en ninguna parte de las Escrituras encontramos las expresiones “mil años” o “mil generaciones” como una realidad literal. Siempre se usan para representar la verdad simbólica de algo extenso y completo desde el plan y la perspectiva de Dios (Sal 105:8; 1 Cr 16:15; Sal 90:4; 2 P 3:8).
Verdad #3: El amilenialismo busca considerar seriamente el género literario de cada texto.
Mito #4: El amilenialismo no cree en el rapto de la iglesia
Creer en el rapto de la iglesia se ha vuelto sinónimo de la postura pretribulacionista, probablemente porque la ficción del libro “Dejados atrás” generó mucho sensacionalismo sobre este evento en particular. Pero en realidad, todas las posturas escatológicas creen en el rapto porque está en la Biblia (no la palabra “rapto” como tal, sino el concepto de reunirnos con Jesús en el aire siendo “arrebatados”, tal como se describe en 1 Tesalonicenses 4:16).
La pregunta que las diferentes posturas se hacen solo tiene que ver con cuándo sucederá ese evento: ¿Sucederá antes de un periodo de siete años de tribulación final, como un evento secreto, o sucederá como parte del glorioso retorno de Cristo para hacer juicio sobre sus enemigos y gobernar en la tierra eternamente? Aunque hay algunas variaciones que existen sobre esas dos posturas, esto resume las principales diferencias sobre el momento del rapto.
El amilenialismo no niega o limita las promesas a Israel, sino que las magnifica
El amilenialismo cree (así como el premilenialismo histórico y en gran parte el posmilenialismo) que el rapto y la segunda venida forman parte del mismo evento (2 Ts 2:1). Será la reunión gloriosa de las bodas del Cordero, un evento público, visible y universal (Mt 24:31; Ap 19:6-8).
Verdad #4: El amilenialismo afirma el rapto de la iglesia.
Mito #5: El amilenialismo niega que Dios tenga un plan futuro para Israel
Este es el punto de más debate entre el amilenialismo y el dispensacionalismo, que ve las promesas a Israel en el Antiguo Testamento como promesas que se cumplirán durante el reino milenial, principalmente para el pueblo judío étnico. Pero el amilenialismo no niega o limita las promesas a Israel, sino que las magnifica.
Si entendemos cómo Jesús cumple todas las promesas hechas en la ley (2 Co 1:20; Mt 5:17; Ro 10:4), y cómo los verdaderos herederos de las promesas hechas a Abraham las reciben por la fe y no por etnicidad (Gá 3:29), entonces esas promesas son magnificadas. Podemos gozarnos en el cumplimiento de las promesas de heredar la tierra (Ro 4:13-14), y también del reinado de Jesús no solo para los judíos, sino para judíos y gentiles como un solo pueblo (Ef 2:11-22) y una sola esposa de Cristo, la Iglesia (Ap 19:6-8). Y no solo durante mil años, sino por toda la eternidad (2 S 7:13, 16; Lc 1:33; Ap 11:15). Además, en cuanto a las diferentes interpretaciones sobre la conversión futura de Israel como nación descrita en Romanos 11:26-27, ninguna de ellas es incompatible con una interpretación amilenial.
Todo lo expuesto nos recuerda que, aunque podemos tener diferentes posturas en escatología, son muchas las cosas que nos unen como cristianos. Oremos que el Señor nos ayude a evitar divisiones innecesarias con otros hermanos en Cristo con los que pasaremos la eternidad y sigamos dialogando sobre estos temas atesorando nuestra esperanza en Él.
Verdad #5: El amilenialismo afirma magnificar las promesas de Dios para Israel.