Los tiempos actuales resultan bastante confusos para la mujer que desea seguir a Cristo de todo corazón y vivir Su diseño. Toda mujer cuenta hoy con un mercado de ideas a su disposición, para elegir qué ideología abrazar, qué camino seguir, y qué hacer con su vida o con su cuerpo, mientras ella ciegamente toma la ruta que considera la llevará hacia la felicidad, la realización personal y la independencia; ruta que ella entiende la empoderará y le ayudará a liberarse del yugo que el hombre y la sociedad han impuesto sobre ella. Esto no debe sorprendernos, pues desde los inicios de la creación la mujer fue engañada, al ser llevada a pensar que había un mejor camino que aquel trazado por Dios; un camino que ella sería capaz de encontrar por sí misma.
Vivimos en tiempos donde las mentiras de la cultura, la sensualidad y las corrientes desprovistas de Dios han arrastrado los corazones de las mujeres; y la cultura de la mujer hispana no ha quedado exenta. Producto de años de ser víctimas de una masculinidad mal entendida y abusiva, las latinas se están levantando para abrazar la teología de la mujer empoderada, feminista y denigradora de hombres. Estas mujeres han entendido que deben velar por sí mismas para no “depender de ningún hombre”.
Aún peor, el frente ministerial cristiano no ha sido librado de esta corriente diabólica, por lo que, tristemente, abundan mujeres pastoras, profetisas, y hasta “apóstolas”. América Latina ha sufrido un desplazamiento cultural en los últimos años. A pesar de haberse fundado sobre la doctrina de la iglesia Católica, desde mediados del último siglo el Evangelio ha resplandecido y se ha expandido, provocando un despertar espiritual fundamentado en las principales doctrinas de la fe: “Sola Escritura, Sola Fe, Sola Gracia, Solo Cristo, Solo para Su Gloria”. No obstante, nos hemos quedado cortos a la hora de discipular y enseñar a los hijos de Dios cómo vivir correctamente. En el caso de las mujeres, ellas necesitan desesperadamente ser rescatadas de las ideologías que el mundo les ha vendido y que se han infiltrado dentro de la iglesia; necesitan entender y abrazar su diseño distintivo, su llamado bíblico, desafortunadamente ignorado por muchas, debido a la escasez de enseñanza sólida dirigida a su género.
Hace diez años surgió en los Estados Unidos el Ministerio Revive Our Hearts, en la voz de Nancy Leigh DeMoss, con la misión de llamar a la mujer a la libertad, plenitud y vida abundante en Cristo, a través de un programa de radio que se transmite cinco veces por semana, al igual que a través de libros, recursos y conferencias. Según Nancy, la necesidad más apremiante de la mujer de hoy es,
“conocer a Cristo—conocerlo profunda y verdaderamente; confiando en Él lo suficiente como para obedecerlo, amarlo y deleitarnos en Él… apropiarnos del Evangelio con todas sus implicaciones, en toda su asombrosa e increíble plenitud transformadora y dadora de vida, y por esa gracia y por ese poder, estar dispuestas a rendir nuestras vidas por causa de Cristo y del Evangelio”.
Solo una revelación de esta magnitud puede llevar a las mujeres a descubrir y abrazar el diseño y misión de Dios para sus vidas, reflejando la hermosura y el corazón de Jesucristo al mundo que observa, al mismo tiempo que transmiten, de manera intencional, estas verdades a la próxima generación.
En medio de la hambruna doctrinal que sufre América Latina, y estando la mujer cristiana bombardeada con mensajes abrumadores —e incompatibles, en algunos casos— sobre lo que significa “ser mujer”, hacía falta que surgiera un ministerio dirigido a ellas, anclado en la Palabra, de sana doctrina, que desafíe las mentiras del feminismo y la victimización, así como todo tipo de tendencias que acosan y hacen sucumbir a la mujer de hoy.
Es necesario que se levante una voz que las aliente a vivir vidas piadosas, abnegadas, libres de egoísmo, y fructíferas para la gloria de Dios, mientras permanecen fieles a su diseño como mujeres. Como respuesta ante esta necesidad, el Ministerio de Revive Our Hearts estará lanzando oficialmente su ministerio de alcance en Español, Aviva Nuestros Corazones, a partir del verano. Aunque muchas mujeres hispanas hablan inglés y han podido alimentarse de estos programas, recursos y conferencias (entre ellas las del True Woman Movement o “Movimiento de Mujer Verdadera”), aún hay muchas mujeres que necesitan ser discipuladas sobre las verdades concernientes a su género, a fin de que aprendan cómo vivir y adornar el Evangelio ante un mundo que observa. La intención de este ministerio puede ser resumida por esta afirmación de la hermana Susan Hunt, en su libro “Por Diseño”:
“La feminidad bíblica corre peligro. La familia como Dios la diseñó peligra y está en peligro de extinción. El diluvio feminista se está tragando a las mujeres. Debemos rescatarlas. Cuando rescatamos a las mujeres, rescatamos a las familias. Cuando rescatamos familias, rescatamos nuestra cultura. Hay una gran multitud de mujeres heridas y engañadas en lo más profundo. Su esperanza no está en los sistemas políticos, ni en el poder de la posición, ni en el poder de la psicología. Su única esperanza real se encuentra en el Evangelio de Jesucristo… Cada vez más me convenzo de que la confusión y el caos de nuestra cultura se debe a que las mujeres se han amoldado al modelo de este mundo y reflejan la vergüenza de este mundo en vez de la gloria de Dios”.1
Aviva Nuestros Corazones2 existe para presentar la verdad bíblica a las mujeres de Hispanoamérica, con el fin de ayudarlas a cultivar y vivir una cosmovisión bíblica que incluya una comprensión bíblica de la feminidad, del matrimonio, y de la maternidad; apuntando a las mujeres hacia Cristo como su gran y único Salvador. Estamos orando que Dios inicie un avivamiento y un movimiento de reforma en las mentes, los corazones y en los hogares de las mujeres, para proclamar la hermosura de Cristo y de su asombroso Evangelio al mundo.
