Tengo el gusto de pasar mucho tiempo con amigos musulmanes. Aunque sus preguntas sobre el cristianismo son tan variadas como las personas mismas, hay tres preguntas que surgen a menudo.
A la hora de interactuar con compañeros de trabajo, vecinos y amigos musulmanes, un buen punto de partida es plantearnos cómo responder a estas preguntas.
1. ¿Por qué tu Dios es tan estricto?
Varias personas me han explicado de distintas maneras cómo se perdona el pecado en el islam. Algunos mencionan una oración de arrepentimiento. Muchos se centran en un sentimiento de remordimiento o en la expiación con buenas acciones. Pero casi todas las personas con las que he hablado dicen que el cristianismo presenta un dios más severo que el dios del islam. A menudo escucho: «¿Quién dijo que el hombre tiene que ser perfecto? Dios sabe que cometemos errores y los perdonará». Estos amigos describen a una deidad que barre algunos pecados bajo la alfombra, sin explicar cómo se consigue el perdón.
Mis amigos musulmanes solo pueden comprender la purificación que viene a través de la fe en Jesús una vez que entienden la gravedad del pecado
Una de mis respuestas favoritas es una metáfora un tanto grotesca. Imagina que te preparo una taza de té y le pongo heces de perro. ¿Te la beberías? ¡Por supuesto que no! Cuando veas las heces y te quejes, las quito. ¿Beberías el té ahora? No, sigue contaminado. O imagina que simplemente vierto más té encima para diluir lo que había en la taza. ¿Es seguro tomarlo ahora? Por supuesto que no.
Nuestros pecados contaminan nuestras vidas de forma similar (Ro 3:10-11). Dios es santo y no puede permitir que simplemente echemos buenas obras encima de una vida contaminada. Lo que necesitamos es una purificación completa. Necesitamos nacer de nuevo: ser limpiados tan a fondo como una taza de té vaciada, lavada con jabón y lejía, y llena de té nuevo y limpio. Dios exige pureza y perfección completas porque eso es necesario tanto para Su honor como para nuestro bien (Sal 15).
Mis amigos musulmanes solo pueden comprender la purificación que viene a través de la fe en Jesús una vez que entienden la gravedad del pecado. La mayoría de los musulmanes no creen en la depravación total, por lo que hacer hincapié en nuestro pecado es un paso importante para ayudarles a comprender el evangelio. Yo les digo que no tengo ninguna esperanza de purificarme y que solo confío en Jesús para que me lave y me presente puro ante Dios.
2. ¿Cómo puede Jesús ser Dios?
El islam presenta múltiples argumentos contra la divinidad de Cristo. Por lo general, mis amigos musulmanes dicen que Dios no puede hacerse hombre porque es demasiado humillante. ¿Cómo podría el gran Dios del universo rebajarse a usar el baño, dormir o morir? Argumentan que es demasiado honorable para deshonrarse a sí mismo de ese modo.
Esta es mi pregunta favorita. Me gusta responder: «¡Ese es todo el punto!». La persona que hace esta pregunta comprende la maravilla y el escándalo de la encarnación. Dios se hizo hombre precisamente porque necesitamos a alguien que cargue con nuestra vergüenza. Pero la vergüenza que Cristo cargó va más allá de sus hábitos de baño. No solo asumió nuestra forma física, sino también nuestra culpa y nuestro pecado ante Dios. Como un inocente que ocupa el lugar de un culpable en el corredor de la muerte, Cristo permitió que la vergüenza y el castigo de nuestras vidas cayeran sobre Él para que nosotros pudiéramos vivir libres.
3. ¿Cómo puedes creer en un libro que ha sido corrompido?
A mis amigos musulmanes les han enseñado desde que nacen que su libro es perfecto, que el Corán es una copia exacta de las palabras que Dios dio a Mahoma. Por el contrario, creen que la Biblia ha sido cambiada; que cuanto más la traducimos, peor queda. Dicen que el Jesús original y la Biblia original están totalmente de acuerdo con el islam.
Es muy valioso compartir recursos académicos sobre la confiabilidad de la Biblia. Conozco a personas que han llegado a la fe persuadidas por tales argumentos. Pero, como lugar de partida, he encontrado dos puntos útiles.
Si el Creador del universo fue lo bastante generoso como para hablarnos de Sí mismo y de cómo debemos vivir, ¿cómo podría permitir que Su Palabra fuera corrompida?
En primer lugar, pregunto a mis amigos cómo Dios podría permitir que Su Palabra fuera corrompida. Si el Creador del universo fue lo bastante generoso como para hablarnos de Sí mismo y de cómo debemos vivir, y si es lo bastante poderoso como para hacer lo que quiera, ¿por qué iba a permitir que se cambiara Su Palabra? Yo sostengo que si la Biblia está corrompida, significa que Dios no es lo bastante poderoso como para conservarla y que, de todos modos, no deberíamos adorarle. O tal vez significa que la Biblia nunca fue Su Palabra en primer lugar.
En segundo lugar, reto a mis amigos a que lean la Biblia por sí mismos. Siempre me ofrezco a estudiarla con ellos, para ayudarles a comprenderla. Les digo: «Si está corrompida, entonces no tiene poder y leerla no te hará daño. Pero si es realmente la Palabra de Dios, ¡entonces es buena para ti! Tiene poder y te cambiará a medida que la leas». Una vez escuché a un misionero sabio decir: «La Biblia es una espada. ¿Cómo pruebas que es una espada? Cortas algo con ella». ¿Qué corta la Biblia? Nuestro corazón y nuestras intenciones (He 4:12). Abre las Escrituras con tus amigos musulmanes y, por la iluminación penetrante del Espíritu Santo, ellos verán su veracidad.
Oportunidades para acercarnos
El evangelio es una buena noticia para todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de los musulmanes no han oído la verdad sobre Jesús. Estas personas no alcanzadas no solo están en el sudeste asiático, el Medio Oriente y el norte de África. También son tus vecinos, compañeros de clase y de trabajo.
El Señor está llamando a muchos musulmanes hacia Sí. Mientras no necesitamos ser expertos en el islam, los cristianos fieles tienen la oportunidad de relacionarse con los musulmanes, dar respuesta a sus preguntas y participar en la obra salvadora de Dios.