Desde que me convertí en presidente del campus de Charlotte del Seminario Teológico Reformado (RTS por sus siglas en inglés), hace ahora más de una década, he estado comprometido con una práctica básica. Puede que no parezca gran cosa. No es nada extraordinario. Pero creo que ha demostrado ser una de las cosas más significativas que hago.
Esta es mi práctica: Tengo una reunión cara a cara con cada posible estudiante que visita nuestro campus.
Claro que hay formas más eficaces de conectar con los futuros estudiantes. Podría enviarles un correo electrónico, una carta o indicarles que visiten nuestro sitio web para obtener más información. Teniendo en cuenta el número de estudiantes que nos visitan cada año, admito que un poco de eficiencia en mi alocada agenda suena bastante bien.
A pesar de todos los inconvenientes, hay una razón fundamental por la que he mantenido esta práctica: La disponibilidad personal del presidente del campus demuestra hasta qué punto queremos resaltar el poder de la presencia en la educación en el seminario.
La bendición de la educación en línea
Me doy cuenta de lo contracultural que es esta convicción en nuestro clima actual. Muchos seminarios han pasado a ser 100 % en línea. Algunos han vendido sus principales campus presenciales. Incluso los seminarios que han seguido siendo presenciales ven cómo los estudiantes en línea representan un porcentaje cada vez mayor de sus asignaturas totales (algunos llegan al 70 %).
La experiencia del seminario es especialmente eficaz cuando implica interacciones personales
Esta tendencia tiene razones válidas y comprensibles. Trasladarse puede ser increíblemente caro para los estudiantes. Puede que quieran permanecer cerca de sus familias y participar en sus iglesias locales. Algunos estudiantes proceden de otros países o son misioneros que no pueden abandonar el campo. La educación en persona no es una opción para muchos. Lo cual está bien. En tales casos, la educación de seminario en línea puede ser una gran bendición.
De hecho, es por estas razones que RTS fue uno de los primeros seminarios de Estados Unidos en ofrecer educación teológica acreditada a distancia. En los años ochenta, enviábamos casetes por correo a los estudiantes (¡no sé si mis hijos saben lo que es un casete!). Ahora, nuestro campus global cuenta con una plataforma en línea desarrollada y tecnológicamente sofisticada. Puede ser una enorme bendición en la vida de muchas personas de todo el mundo. Hemos visto esa bendición de primera mano.
Aun así, hemos mantenido un enfoque decidido e intencionado en la educación residencial y presencial. Esta convicción está detrás de nuestros ocho campus presenciales en Jackson, Orlando, Charlotte, Atlanta, Houston, Dallas, Nueva York y Washington, DC. Básicamente, en los últimos más de treinta años, hemos llevado literalmente los campus a los estudiantes.
Una estrategia así probablemente parezca una locura en nuestro actual clima digital. Entonces, ¿por qué lo hacemos? ¿Sigue siendo importante la experiencia presencial?
El poder de la presencia en la educación en seminarios presenciales
Quisiera exponer algunas razones por las que no deberíamos renunciar todavía a la experiencia del seminario presencial.
1. Pedagogía básica
Si algo hemos aprendido de la educación en línea durante la pandemia de COVID es lo siguiente: los alumnos aprenden mejor cuando están sentados en un aula con otros alumnos. ¿Por qué? Porque vivimos en un mundo lleno de distracciones: teléfonos móviles, conversaciones con la familia, el perro ladrando, alguien llamando a la puerta. Muchas de las cuales se mitigan cuando alguien está reunido con otros estudiantes escuchando a un profesor enseñar cara a cara.
El Instituto Brookings examinó múltiples estudios sobre el rendimiento de los estudiantes universitarios durante la pandemia y concluyó: «Prácticamente todos estos estudios constataron que la enseñanza en línea daba lugar a un rendimiento inferior de los estudiantes en comparación con la enseñanza presencial».
Absorbemos más y nos concentramos mejor cuando la educación involucra presencia personal.
2. Índices de graduación
¿Qué efecto tiene el aprendizaje en línea sobre el hecho de que los estudiantes terminen sus programas (o la rapidez con la que lo hacen)? Se trata de un asunto especialmente importante para los seminarios, porque queremos que los estudiantes salgan al ministerio a tiempo completo lo antes posible. Queremos que la educación de los estudiantes les lleve a ser influyentes para el reino.
Absorbemos más y nos concentramos mejor cuando la educación involucra presencia personal
Un estudio reciente de Inside Higher Ed concluía que los estudiantes de universidades en línea «se gradúan en porcentajes muy inferiores a los de instituciones en las que predominan las modalidades de aprendizaje presencial y mixto».
Estar presente en el lugar (al menos hasta cierto punto) se asocia normalmente con un compromiso más profundo y una mayor motivación hacia el aprendizaje, a menudo porque el estudiante ha sacrificado mucho para estar allí. Además, los estudiantes se sienten motivados por sus compañeros, ya que se animan unos a otros.
3. Aprendizaje horizontal
Uno de los aspectos más ignorados de la educación en seminarios presenciales es la bendición de lo que yo llamo «aprendizaje horizontal». Aunque la mayor parte del aprendizaje se realiza con el profesor («aprendizaje vertical») —lo que puede lograrse, hasta cierto punto, a través de la educación en línea—, una enorme cantidad de la educación en el seminario implica conversaciones e interacciones con los compañeros después de clases, en la librería o durante las comidas.
Esto es muy importante porque es el procesamiento de lo que un estudiante está aprendiendo, en comunidad, lo que a menudo es tan formativo. Los estudiantes descubren que no todo el mundo comparte la opinión del profesor. Aprenden a debatir y discrepar de formas (esperemos) buenas y saludables. Se ven obligados a expresarse y a defender sus conclusiones.
Para los estudiantes a distancia, algunas de estas mismas cosas pueden suceder en la iglesia local, tal vez con un pastor o anciano. Además, varias plataformas en línea permiten cierto nivel de interacción digital entre los estudiantes. Pero es difícil reemplazar la interacción en tiempo real entre estudiantes que ofrece la educación presencial.
4. Apoyo relacional
Una de mis mayores alegrías en los últimos veintidós años como profesor de seminario ha sido ver a antiguos alumnos en las reuniones de exalumnos. Además de reavivar viejas amistades y contar anécdotas divertidas, me entero de cómo les va a mis antiguos alumnos en el ministerio. ¿Por qué son tan especiales estos momentos? Porque yo conocía a esos alumnos y ellos me conocían a mí. Había una relación. Yo no era simplemente una voz en sus auriculares, sino una parte de sus vidas.
Las amistades que los estudiantes forjan entre sí proporcionan un apoyo relacional muy necesario para el éxito en el ministerio a largo plazo. Nuestros exalumnos suelen decir que una de las principales razones por las que han permanecido en el ministerio (en lugar de abandonarlo) es el apoyo que les han brindado las amistades que forjaron en el seminario.
¿Hacia dónde nos dirigimos?
¿Significa esto que debemos abandonar la educación en línea y pasar exclusivamente a la presencial? Como diría Pablo: «¡De ninguna manera!». La educación en línea es esencial y una verdadera bendición para muchas personas. Pero, al mismo tiempo, no deberíamos cometer el error contrario y renunciar a la educación residencial en el seminario. La presencia personal es más poderosa de lo que pensamos.
Las amistades que los estudiantes forjan entre sí proporcionan un apoyo relacional muy necesario para el éxito en el ministerio a largo plazo
En RTS, esto es lo que hemos aprendido. Lo que mejor parece funcionar es la combinación tanto de la educación presencial como de la educación en línea. Aunque hemos dado prioridad intencional a la enseñanza presencial, los cursos en línea constituyen un complemento maravilloso. En otras palabras, el programa en línea no sustituye a nuestro programa presencial, sino que lo mejora.
Por supuesto, algunos estudiantes están en una modalidad 100 % en línea y puede que nunca tomen un curso presencial. También estamos encantados de atenderlos. Pero hay que tener en cuenta que nuestros estudiantes completamente en línea solo representan alrededor del 9 % de nuestro total de horas crédito. La gran mayoría de nuestros estudiantes siguen siendo presenciales.
Por la gracia de Dios, este «enfoque presencial con un sólido complemento en línea» ha sido eficaz. Mientras que la mayoría de los seminarios en los Estados Unidos han experimentado una notable disminución de la matrícula en los últimos años, nosotros acabamos de alcanzar un récord histórico de matrículas en 2022.
Al final, es un recordatorio del poder de la presencia en el ministerio. Este principio va mucho más allá de la educación en el seminario. Fue modelado por el mismo apóstol Pablo: «Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas» (1 Ts 2:8).
Sí, nuestros ministerios deben centrarse en la enseñanza del evangelio. Pero ese evangelio se enseña mejor cuando hacemos algo más que enseñarlo. También debemos vivirlo. Juntos.