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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de El Catecismo de la Nueva Ciudad: La verdad de Dios para nuestras mentes y nuestros corazones (Poiema Publicaciones, 2018), editado por Collin Hansen. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

¿Qué es la iglesia?

Dios escoge y preserva para Sí mismo una comunidad elegida para vida eterna y unida mediante la fe, que ama, sigue, y alaba a Dios en conjunto. Dios envía a esta comunidad a proclamar el evangelio y a modelar el Reino de Cristo mediante la calidad de sus vidas y de su amor mutuo.

2 Tesalonicenses 2:13: “Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios los escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en la verdad” (NVI).

Los antiguos credos describen a la iglesia como “una, santa, católica, y apostólica”. Es una porque la iglesia es un cuerpo bajo una cabeza. Es santa porque el Espíritu Santo mora en ella y la consagra, dirigiendo a los miembros de la iglesia en la obra de Dios. Es católica, que significa mundial, procla­mando toda la fe apostólica a todas las personas hasta el fin de los tiempos. Y es apostólica, que significa que continuamos con la enseñanza y la comunión de los apóstoles, siendo enviados en la misión de Cristo a todas las personas.

No elegimos quien pertenecerá a la iglesia, así como no decidimos quiénes serán nuestros hermanos, hermanas, o primos. Dios los elige. Cualquiera que sea la denominación o grupo al que pertenezcan, todos los hijos de Dios son parte de la iglesia y son nuestros hermanos.

La iglesia se resume hermosamente en este antiguo himno de Samuel J. Stone:

El único fundamento de la iglesia
Es Jesús su Señor;
Ella es Su nueva creación
Por agua y por la palabra.
Él descendió del cielo para buscarla
Y hacerla Su santa esposa;
Con Su propia sangre la compró,
Y por su vida Él murió. 

Elegida de entre todas las naciones,
Sin embargo, solo hay una sobre la tierra;
Su credo de salvación:
Un Señor, una fe, un nacimiento;
Un santo nombre ella bendice,
Participa de una santa comida,
Y a una esperanza se aferra,
Habiendo recibido toda gracia.

Oración: Rey sobre todo, Tú nos has unido como una familia en Dios. Guárdanos para adorar juntos, para amarnos unos a otros y para suplir las necesidades de los demás. Permite que nuestra comunión sea genuina y ayúdanos a alentarnos unos a otros en la fe. Amén.


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