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“Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante”, Filipenses 3:13

Durante esta época, es muy común entre cristianos y no cristianos el mirar hacia atrás para evaluarse con el fin de hacer cambios para el año entrante. Como cristianos debemos querer siempre convertirnos en mejores embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20), y la única forma hacer esto es despojándonos del viejo hombre y “vestirnos del nuevo hombre” (Efesios 4:22-25). Como tenemos corazones engañosos (Jeremías 17:9), la única forma para saber dónde fallamos en dar al blanco es evaluándonos.

Nosotros fuimos creados a la imagen de Dios. Pero no somos una imagen perfecta, sino más bien somos una sombra de Él. Tenemos algunos de Sus atributos, pero no todos; y aun aquellos que tenemos, no son tan completos como los de Dios. Como fuimos creados así, el anhelo de todos, aun aquellos que no conocen a Dios, es mejorar. Es un deseo puesto en el corazón del hombre por Dios mismo. Entonces, lo que Pablo está enseñándonos en Filipenses 3:13 es a no mirar atrás con el deseo de quedarnos allí. Los no creyentes tienen el deseo de mejorar, y participan en la gracia común de Dios para hacer algunos cambios; pero realmente les falta el poder necesario para llegar a la plenitud, para parecerse a Cristo.

Dios nos creó y nos preparó de antemano para hacer buenas obras (Efesios 2:10). Nuestro enfoque siempre debe estar hacia adelante, aun cuando evaluemos el pasado. Jesús mismo nos recordó en Lucas 9:62 que “nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios”. Dios nos ha escrito un guion, y buscar quedarnos atrás es ser rebeldes a su diseño. En su omnisciencia, Dios conoce lo mejor para cada uno de nosotros, y en humildad deberemos reconocer su sabiduría y tener gratitud por su bondad y su gracia en nuestras vidas. El deseo de no cambiar es idolatría, porque el yo todavía está en el trono. Yo estoy dirigiendo mi vida como yo quiero por encima de lo que Dios quiere.

Y entonces, ¿qué podemos hacer para este nuevo año? Reflexionando sobre el año pasado, ¿qué hice bien pero necesito mejorar? ¿Qué hice mal que necesito cambiar? Para entender dónde Dios quiere que yo camine, ¿cuáles fueron las circunstancias que viví? ¿Cuáles fueron las oportunidades que tuve? Reconociendo mis talentos y dones, entonces ¿dónde puedo usarlos en estas oportunidades y circunstancias? Recuerda que Dios quiere que aprovechemos bien el tiempo porque los días son malos (Efesios 5:16). Mi oración es que podamos ser el olor de Cristo caminando en un mundo que hiede a Satanás. Que podamos ser la luz en las tinieblas para que Dios abra las puertas del cielo hacia aquellos que Él ha elegido.

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