Belleza es…
el sol cayendo sin apuros
sobre ese pequeño lago,
para acariciar los ojos
puros.
Belleza
el cielo vasto que ves,
a veces azul y otras oscuro.
Inmóvil ante el andar
de aves y nubes.
Belleza es
el silencio paciente
y conciliador, del cónyuge
que calla ante
la necedad marital.
Belleza es
preferir discreción antes
que hablar de méritos.
Esa alabanza, mejor evitar.
Belleza es
el anciano que alimenta a
su convaleciente esposa,
a quien mira con la ternura
de los días del cortejo.
Belleza es
la cabeza del marido
recién rapada
para dar… en la «quimio»
debida empatía a su amada.
Belleza
los surcos en la piel,
después de estirada
dejaron estrías:
son huellas de la fiel.
Belleza
el levantarse de mamá
con extenuado cuerpo
y párpados rendidos
para atender a su recién nacido.
Belleza
el abrazo efusivo
de los enemistados.
El desahogo y sollozo
de los reconciliados.
Belleza
la monotonía de hacer
lo que Dios manda,
incluso sin ver los frutos
que la razón demanda.
Belleza es
el cuerpo ensangrentado
del judío que colgaba,
Y la madera rústica
que lo cargaba.