Cuando estaban pequeños
íbamos los sábados al parque
para correr, jugar y
disfrutarnos.
Cuando estaban pequeños
era el control, casi absoluto.
Éramos jueces, leyes
y su mundo.
Cuando estaban pequeños
fue una época sin igual,
aunque había que corregir
y repetir sin desmayar.
Sin necesidad de cámaras
construimos historias,
ellas quedan intactas
en los corazones y memorias.
Reímos, suspiramos y lloramos.
Días que no regresarán.
¿Y no pedimos que se detenga el tiempo?
En gran manera erramos.
Cuando estaban pequeños
esos cansancios, enojos
y desvelos fueron las gracias
que hoy nos llenan de nostalgias.
Cuando estaban pequeños…
Un don del SEÑOR son los hijos, / Y recompensa es el fruto del vientre (Sal 127:3).