En Hechos 2 leemos cómo la iglesia recibió el Espíritu Santo. Este es uno de los pasajes más importantes en la historia de la redención, pero a menudo es usado para enseñar que los creyentes hoy deben esperar y anhelar recibir el Espíritu Santo en un «bautismo del Espíritu» posterior a su conversación.
¿Cómo podemos entender este texto? ¿Podemos decir que hoy hay creyentes que, como los apóstoles entre la resurrección y Pentecostés, todavía no han sido bautizados por el Espíritu Santo? ¿Y qué diferencia al bautismo del Espíritu de la llenura del Espíritu? ¿Cuáles son los peligros de entender mal esta enseñanza bíblica?
Te invitamos a pensar a continuación en estas preguntas en el final de la segunda temporada de Textos fuera de contexto, con el pastor y teólogo Samuel Masters.
