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Es emocionante ver cómo Dios está bendiciendo al pueblo hispano con versiones contemporáneas de las Sagradas Escrituras, apegadas a las lenguas originales. La Biblia Peshitta, publicada por Holman Bible Publishers y traducida por el Instituto Cultural Alef y Tau (en Hermosillo, México), es un ejemplo de esto. Veamos algunas de las características que hacen de esta versión una buena herramienta para el pueblo hispano.

Historia del texto peshitta

Peshitta quiere decir “claro, directo, común, sencillo”. El texto peshitta es un antiguo texto arameo. En el tiempo de Jesucristo, el arameo era el idioma de Palestina debido a que los judíos lo habían adoptado en el tiempo del exilio, dejando el hebreo como lenguaje de culto. Esta información se encuentra en la Introducción de la Biblia Peshitta, x-xiii, en donde se da una excelente reseña histórica del texto.

El texto peshitta tiene sus orígenes desde los finales del siglo II, aunque su manuscrito más antiguo es del 534 d.C. Los traductores prefieren no dar su opinión en cuanto a la gran pregunta de si el Nuevo Testamento fue escrito primeramente en griego o arameo (ver página X). Aunque algunos teólogos piensan que algunos evangelistas (¿Mateo y Marcos?) escribieron en arameo, no hay consenso al respecto, y la realidad es que los manuscritos más antiguos en existencia hoy en día se encuentran en griego. Aun así, el texto arameo peshitta tiene gran valor por su antigüedad.

Biblia Peshitta

B&H Español. 1600 pp.
B&H Español. 1600 pp.

La traducción del texto

Una de las razones por la que sigo leyendo la Reina Valera 1960 en lugar de algunas versiones modernas excelentes y basadas en los manuscritos más antiguos es porque la RV60 tiene un lenguaje bellísimo. Logra capturar el delicado balance entre claridad y belleza.

Dicho eso, la traducción al español de la Biblia Peshitta fue una grata sorpresa. La versión es clara y bella a la vez. Es evidente que los traductores tienen gran dominio del español al igual que el arameo, ya que logran transmitir el mensaje bíblico usando el lenguaje contemporáneo, pero sin dejar atrás la elegancia. Cabe mencionar que no todas las traducciones me encantaron, como el uso de algunas palabras vagas como “vacuidad” o “incubaba” en Génesis 1. Quisiera recalcar que el texto es fácil de leer; en algunas partes incluso más claro que algunas de las versiones con las que estamos familiarizados.

Uno de los aspectos más interesantes es que la traducción fue hecha por hispanos, y representa un esfuerzo de traer al pueblo hispanohablante una antigua versión de las Escrituras de una manera fiel a los antiguos manuscritos, y entendible en nuestro idioma contemporáneo.

Con respecto a otras versiones modernas, como la LBLA, NBLH, o inclusive la NVI, la Biblia Peshitta tiene como ventaja un español latinoamericano (sobre LBLA), con una ortografía tradicional (sobre la NBLH), con un lenguaje actual pero no demasiado cotidiano (sobre la NVI).

El formato de la Biblia

Aunque habrá diferentes formatos de la misma versión, me gustaría hablar de varias particularidades de la Biblia Peshitta que he estado leyendo.

 

Primeramente, tiene en rojo no solamente en las palabras Jesús, sino también pasajes que profetizan de Jesucristo en el Antiguo Testamento (por ejemplo: Génesis 3:15; 2 Samuel 7:12-13, 16; Salmo 2, los cantos del Siervo en Isaías, etc.).

El texto está separado en versículos y no párrafos, lo cual hace sencillo encontrar los pasajes, e inclusive facilita la lectura antifonal; sin embargo, presentar el texto en secciones y no unidades también tiene sus desventajas, pues los versículos son divisiones que no están en los manuscritos originales, y se prestan para interpretar fuera de contexto.

La tipografía es sencilla, y me parece agradable.

Datos curiosos

La Biblia Peshitta traduce el nombre del pacto (YHWH) como Yahweh, Elohim como Dios, y Adonai como Dios o Yahweh. Aunque personalmente prefiero Yahvé o Yahveh, los editores incluyen una excelente discusión acerca del por qué decidieron usar Yahweh.[1] Considero que esta es una ventaja sobre traducir el nombre del pacto simplemente como “Señor”, a la manera de la Septuaginta y otras versiones en español.

 

Otra interesante particularidad es que en las partes poéticas del Antiguo Testamento donde se usa un acróstico (como el salmo 119, o el libro de Lamentaciones), la Biblia Peshitta incluye los símbolos arameos, además de la transliteración de la letra.

En cuanto los textos debatidos, la Biblia contiene una nota extensa en defensa del final largo de Marcos, lo cual es interesante y nada común en versiones modernas. Sin embargo, no hay nota de explicación en cuanto Juan 8, aun cuando en la Introducción se menciona que ese texto no se encontraba en los textos originales de la Peshitta (p. XI). Tampoco hay nota de explicación en 1 Juan 5:7, simplemente se omite la llamada “coma juanina”.

Conclusión

Originalmente mi percepción era que la Biblia Peshitta tendría una utilidad solo de referencia. Sin embargo, esta versión es tan clara que merece ser usada de manera cotidiana. Me da felicidad poder recomendar esta versión al mundo hispano, que servirá para ahondar en el estudio de las Escrituras.


[1] Ver El nombre Yahweh, en el apéndice titulado “Fundamentos del cristianismo genuino”.

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